martes, 14 de diciembre de 2010

EducaMadrid

Plataforma educativa de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Servicios y recursos educativos para alumnos, profesores, familias y centros.
hhtp://www.educa.madrid.org/
Ofrece un folleto de ayudas a padres y madres, cuyas medidas generales y específicas nos gustaría señalar:

Medidas generales:

- Aumentar la autonomía personal del niño, respecto al vestido, higiene, comida... según su edad.
- Asignarle alguna responsabilidad fija en el hogar adecuada a su edad que iremos cambiando periódicamente.
- Eliminar actitudes como la sobreprotección, poca dedicación al niño, exigencia excesiva de perfección.
- Mejorar el ambiente familiar, sobre todo respecto al estrés las relaciones sociales de éste.
- Favorecer las actividades físicas y los juegos en común.

Medidas específicas:

- No presionar al niño para que hable: no comparar, no forzarle, no amenazarle, no castigarle, no preguntar todos los días si ha hablado en el colegio...
- Participar, uno de los padres, en el juego con el hijo y otro niño con el que resulte más fácil la comunicación, por ejemplo, en el parque.
- Invitar a niños con los que mantiene más relación a casa. Comenzando por realizar actividades que requieren poca comunicación: jugar al parchís, las cartas...
- Si es pequeño (de 3 a 6 años) hacer juegos de simulación: jugar a los maestros, a los papás, a las tiendas...

viernes, 10 de diciembre de 2010

MedlinePlus

Según el portal de salud MedlinePlus vemos la información detallada sobre el Mutismo Selectivo.

Definición.
Es una afección médica en la cual un niño que puede hablar bien, deja de hacerlo generalmente en la escuela o en escenarios sociales.

Causas, incidencia y factores de riesgo.
Se desconoce la causa del mutismo selectivo. La mayoría de los expertos cree que los niños con esta afección heredan una tendencia a ser ansiosos e inhibidos. La mayoría de los niños con esta afección tienen cierta forma de fobia social extrema.

Los padres con frecuencia piensan que el niño está rehusándose a hablar, pero generalmente el niño en realidad es incapaz de hablar en ciertos escenarios.

Algunos niños afectados tienen una historia familiar de mutismo selectivo, timidez extrema o trastornos de ansiedad, lo cual puede aumentar el riesgo de sufrir problemas similares. Este trastorno es más común en los niños menores de 5 años.

Este síndrome no es lo mismo que mutismo, en el cual los niños nunca hablan. En el mutismo selectivo, el niño tiene la capacidad tanto de entender como de hablar, pero no logra hablar en ciertos escenarios o ambientes.

Síntomas.
•Capacidad para hablar en el hogar con la familia
•Incapacidad para hablar en ciertas situaciones sociales
•Temor a las personas
•Timidez
Este patrón de mutismo se debe observar durante al menos un mes, sin contar el primer mes en la escuela, ya que es común que se presente timidez durante este período.

Signos y exámenes.
Los profesores y consejeros deben tener en cuenta las cuestiones culturales, como haberse mudado recientemente a un nuevo país y hablar otra lengua. Es posible que los niños que no se sienten cómodos con una nueva lengua no deseen usarla por fuera del entorno familiar. Esto no es necesariamente mutismo selectivo.

Tratamiento.
El tratamiento actual involucra cambios de comportamiento, participación familiar y la escuela del niño. Algunos medicamentos para tratar la ansiedad y la fobia social se han empleado de manera segura y eficaz.

Grupos de apoyo.
Para mayor información y recursos, ver el artículo sobre grupos de apoyo para el mutismo selectivo.

Expectativas (pronóstico).
Los niños con este síndrome pueden tener desenlaces clínicos diferentes. Es posible que algunos necesiten continuar con la terapia para la timidez y la ansiedad social en sus años de adolescencia y posiblemente hasta la adultez.

Complicaciones.
El mutismo selectivo puede afectar la capacidad del niño para desempeñarse en un escenario social o educativo. Sin tratamiento, los síntomas pueden empeorar.

Situaciones que requieren asistencia médica.
Consulte con el médico si su hijo tiene síntomas de mutismo selectivo y esto está afectando las actividades escolares y sociales.

Referencias.
Stafford B, Boris NW, Dalton R. Anxiety disorders. In: Kliegman RM, Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 18th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 24.

Simms MD, Schum RL. Language development and communication disorders. In: Kliegman RM, Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 18th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 32.2.

Victor AM, Bernstein GA. Anxiety disorders and posttraumatic stress disorder update. Psychiatr Clin North Am. 2009;32:57-69.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Mudez selectiva !El silencio no escogido¡


Publicado por Rosina Uriarte en su blog Terapias alternativas para el desarrollo infantil.

Extractos del texto del mismo título publicado en el libro "Reflejos, aprendizaje y comportamiento" de Sally Goddard.

El término "mudez selectiva" previamente descrito como "mudez optativa" sugiere un rechazo voluntario al habla en ciertas situaciones. DSM IV (1995), con una referencia cruzada de Mudez Optativa, describe sus características de la siguiente manera:

"El rasgo esencial de la mudez selectiva es el fracaso persistente a hablar en situaciones sociales específicas (ej. En la escuela con los compañeros) donde se espera la comunicación oral; mientras en otras situaciones se habla…
Otros rasgos asociados pueden incluir: timidez excesiva, miedo al ridículo social, aislamiento y reclusión social, poca independencia, rasgos compulsivos, rabietas u otros comportamientos de control o de oposición, especialmente en casa."

La mudez selectiva/optativa es una condición distinta al autismo, pero en ciertas circunstancias se puede considerar una forma menor de autismo o una manifestación de un tipo particular de comportamiento autístico. Un autista de 17 años que había sido incapaz de hablar desde los 6 años, fue capaz de escribir más tarde sobre sus experiencias como si hubiera estado encerrado en el mundo del silencio (Hocking 1990).


"Carolina quería hablar mucho, pero le parecía una tarea imposible. "¿Crees que algún día hablará? Era la pregunta que les hacían con frecuencia a su madre y sus profesores, a lo que respondían "No hay ninguna razón por la que no lo haga. Tiene todo lo necesario. Cuando era pequeña hablaba".

A algunas personas les parecía difícil de creer. Creían que sus padres se deberían estar engañando y que la niña nunca había hablado. Pero sí que había hablado. Ella podía recordar exactamente las veces que le había dicho cosas a su mamá. "¡Mira la luna!" dijo un día, asombrada por la repentina belleza de ésta en el cielo diurno. Entonces tendría unos 6 años, perdida en su miseria, pero todavía respondía a la belleza que venía desprevenidamente de los cielos. Se podía acordar de otros momentos en los que había intentado decir cosas, pero se había sentido atrapada en la red negra de su infelicidad, incapaz de soltar una palabra. Es muy difícil de explicar cómo su miedo retenía sus cuerdas vocales. Era como si unas manos invisibles estuvieran presionando sobre la garganta estrangulándola hasta dejarla sin vida. Un lugar tan pequeño para que pasara el aire y tan poco sitio para que la fuerza misteriosa de la vida pudiera existir. Esta parte de su cuerpo parecía tan vulnerable, tan expuesta, que debería ser protegida a toda costa, incluso al precio del silencio. Parecía que estaba salvando aire para el mismísimo proceso de vida. No había aire que sobrara para el habla eventual, así pues el habla tenía que desaparecer. Nadie se daba cuenta de que este era uno de los miedos detrás del silencio, esta sensación de respiración oprimida que parecía asfixiarla y amenazaba con la extinción de la poca vida que le quedaba. Este era un sentimiento real cuando era una niña pequeña, pero no fue hasta que casi era mayor que encontró la soltura para describirlo. Lo mismo ocurrió con muchos otros sentimientos ahora que era mayor. Podía encontrar una manera de describir las cosas que le habían ocasionado grandes dudas y miedos en su pequeña mente. Ahora tenía las palabras para describir cómo había sido, por eso, sentía que era tan importante escribir un libro para explicarlo. Como su profesora le había dicho, estaba en posición de ayudar a otros. La experiencia real, hábilmente expresada, era más valiosa que una tonelada de suposiciones hechas por expertos bienintencionados. Lo más doloroso era la creencia común apoyada por los estudiantes de psiquiatría, si estaba muda no podías comprender. Pero, ¿cómo sabían que mucha gente silenciada no tenía la cabeza llena de un lenguaje expresivo maravilloso que no podían utilizar, simplemente porque nadie había encontrado la llave de su confianza?"


(Sally Goddard continúa en su texto dando una posible explicación de el porqué y el cómo ocurre el mutismo selectivo. Ella ha investigado en profundidad los reflejos primitivos y los efectos de éstos cuando no han madurado y no se han integrado de forma adecuada a lo largo del desarrollo del niño. Relaciona el mutismo selectivo con la presencia de dos reflejos concretamente.)

¿Cuál sería el resultado de que el reflejo de parálisis por miedo (RPM) y el reflejo de Moro permanezcan activos a un nivel subcortical en el individuo?

Esta persona tendrá un umbral de miedo y de estrés muy bajo. Una persona hipersensible al tacto, al sonido, a frecuencias de sonido específicas, cambios en su campo visual, olor y posiblemente también gusto. Quizá sea capaz de compensar y sobrellevar su hipersensibilidad en muchas situaciones, pero a costa de que las respuestas reflejas instintivas se hagan de forma absolutamente consciente, generadas desde el córtex. Pronto se cansará, y con el cansancio disminuirá la capacidad de compensar, de manera que la respuesta refleja se provoque más fácilmente. El reflejo que será provocado depende de las circunstancias en particular. En ciertas situaciones ambos reflejos se superarán por control consciente y el individuo reaccionará a esa situación racionalmente y de forma efectiva. En otras ocasiones, la situación provocará el reflejo de Moro o una respuesta exagerada. En otro momento los reflejos de retirada serán prioritarios y al individuo le será imposible responder. La mudez optativa/selectiva puede ser el resultado de esto último.

Sally Goddard
The Institute for Neuro - Physiological Psychology